Zika: las fumigaciones masivas con venenos químicos no son la solución
Médicos de Pueblos Fumigados han publicado, durante el mes de febrero de este año, el informe “Dengue-Zika, microcefalia y fumigaciones masivas con venenos químicos”. En este estudio se analiza que la crónica epidemia de Dengue en Brasil, es prácticamente endémica en el Nordeste brasileño, junto con la pobreza y marginalidad de millones de personas, a lo que se suma desde hace 9 meses un brote de Zika, virosis también trasmitida por el mosquito Aedes. Una enfermedad similar, aunque más benigna.
En el estudio se plantea que la verdadera incidencia de la fiebre Zika es desconocida, debido a las manifestaciones clínicas que imitan la infección por el virus dengue, y a la falta de pruebas de diagnóstico de laboratorio fiables. Pese a ello, sobre los cerca de 4000 niños nacidos en 2015 en Pernambuco que presentaban malformaciones congénitas, principalmente microcefalia, el Ministerio de Salud de Brasil rápidamente afirmó que era consecuencia de la infección por el virus Zika.
En enero de 2016 la Asociación Brasileña de Salud Colectiva (ABRASCO) publicó la “Nota Técnica y Carta Abierta al Pueblo Brasileño” cuestionando el análisis lineal del Ministerio de Salud brasileño que vincula las emergentes malformaciones congénitas al Zika, pues deja de lado otros factores que pueden estar incidiendo en el problema y minimiza que las extensas epidemias del Pacífico y la actual de Colombia no refieren casos de malformaciones y menos aún microcefalia. Principalmente, agrega el estudio, “ignora el rol del modelo químico para el control de vectores”. “Este modelo implica la utilización masiva de venenos químicos para tratar de disminuir o erradicar la presencia del mosquito y se lleva adelante desde hace 40 años en las zonas más vulnerables del Nordeste brasileño mientras se multiplican las epidemias, la pobreza, la marginalidad social, el desmonte y el cambio climático”.
El análisis agrega que “desde el segundo semestre del año 2014 el Ministerio de Salud brasileño dejó de utilizar agrotóxico organofosforado, ante el cual las larvas de Aedes se volvieron resistentes, e incorporó masivamente el veneno Piriproxifeno fabricado por Sumimoto Chemical, empresa japonesa asociada o subsidiaria de Monsanto en América Latina”.
El piriproxifeno es aplicado en Brasil directamente en los reservorios de agua potable que utiliza la población de Pernambuco, ciudad en la que proliferación del mosquito Aedes es muy alta, similar a las islas del Pacífico, agregan los autores del trabajo.
“Las malformaciones que se detectan en miles de hijos de las mujeres embarazadas que viven en las zonas donde el estado brasileño colocó piriproxifeno en el agua para beber no parece una casualidad. Los médicos de ABRASCO reclaman urgentes estudios epidemiológicos, debido a que sobre los 3.893 casos de malformaciones confirmadas al 20 de enero de 2016, 49 de estos niños habían fallecido y solamente en 5 se había confirmado las infecciones con Zika.
Las grandes estrategias para enfrentar estas enfermedades trasmitidas por mosquitos y multiplicadas por las condiciones sociales, sanitarias y ambientales de vida son con programas de intervención con venenos químicos que desmovilizan a la población al depender del éxito de las propiedades del veneno. Está comprobado que la participación y movilización social dan mejores resultados frente a la inminencia de las epidemias. Las medidas que posibilitan derrotar la enfermedad están vinculadas a la justicia social y la equidad, sostienen los autores del presente trabajo.
El último “gran invento” que se intenta expandir a toda la región son los mosquitos transgénicos, que vende la empresa Oxitec de Inglaterra., que ya ha resultado un gran fracaso en Brasil.
“Los gobiernos del Mercosur alarman con la amenaza del Zika y sus microcefalias y proponen más de lo mismo: las grandes fumigaciones. El agronegocio ofrece los servicios de la Fuerza Aérea Sojera para rociar ciudades y pueblos. El monocultivo, el uso masivo de agrotóxicos, el desmonte, la destrucción de la flora y fauna, el desequilibrio ecológico, el cambio climático, la desigualdad, no son considerados como causa del problema».
«A la desigualdad social estas epidemias le suman desigualdad sanitaria, los gobiernos con agresión química generan desigualdad ambiental”.
Por su parte, en nuestro país, La Federación Sindical de Profesionales de la Salud de la República Argentina (Fesprosa), dio a conocer el documento del Colectivo Andrés Carrasco miembro de la Asociación Latinoamericana de Medicina Social (ALAMES), sobre la epidemia de Dengue donde se plantea que “El Estado debe fortalecer el sistema público de salud y ponerse al frente de la movilización social para combatir la epidemia”.
El Colectivo Andrés Carrasco plantea que “el dengue al igual que el zika y la chicungunya está íntimamente vinculado a las condiciones sociales, la pobreza, el déficit de saneamiento ambiental, el cambio climático, las inundaciones favorecidas por la tala indiscriminada, la sojización y el uso masivo de herbicidas, es decir por el impacto del modelo extractivista. En Argentina y en toda América son las poblaciones con menos acceso al saneamiento ambiental y al agua segura, es decir las más pobres, las que más sufren el brote epidémico”.
Más adelante plantean que hacen suyas las reflexiones de quienes más experiencia tienen en el combate contra la epidemia, los trabajadores e investigadores de salud brasileños nucleados en ABRASCO. Y agregan: las preguntas que nos hacemos junto a ABRASCO son: ¿por qué no se han priorizado hasta ahora las actividades de saneamiento ambiental, una estrategia más eficaz que las fumigaciones masivas? ¿Qué se ha hecho para brindar un suministro regular de agua potable y cloacas en los grandes conglomerados urbanos? El foco debe estar puesto en la eliminación de la cría y no sólo del mosquito adulto. Exigimos la suspensión del uso de productos químicos y otros biocidas reemplazándolos por métodos mecánicos de limpieza y saneamiento ambiental”.
El Colectivo Andrés Carrasco dice NO:
* Al ocultamiento deliberado de las causas económicas, sociales y climáticas de la epidemia.
* A las fumigaciones masivas e indiscriminadas con productos tóxicos
* A poner la responsabilidad del control del mosquito en los individuos y las familias
Y dice SÍ:
* A una estrategia de saneamiento ambiental no espasmódica conducida por el Estado junto a una sociedad movilizada y consciente y un sistema público de salud fortalecido.
* Al combate a la pobreza, a la exclusión, al modelo extractivista y a la urbanización caótica, causas últimas y verdaderas de la epidemia.
Para acceder al documento completo de Médicos de Pueblos Fumigados: http://www.explicitoonline.com/121418-2/
Para acceder al documento completo del colectivo Andrés Carrasco:
http://fesprosa.org.ar/portal/noticias/colectivo-andres-carrasco-documento-sobre-dengue-y-zika/