Señores del Gobierno: el electromagnetismo enferma y mata
Audiencia por la construcción de la Subestación Eléctrica Quilmes. El minuto de silencio por las víctimas del electromagnetismo, sintetizó el sentir de un barrio dispuesto a dar pelea.
34 intervenciones se registraron en la Audiencia Pública, de las cuales 33 se manifestaron clara y contundentemente en contra de la construcción de la subestación en ese lugar, incluso los participantes propusieron lugares alternativos donde NO afectaría la salud de la población ¿algo más quieren los señores funcionarios? El pueblo habló, ellos… ¿escucharán esta vez?
El viernes 6 de junio se realizó, como estaba prevista, la Audiencia Pública convocada por el Organismo Provincial para el Desarrollo Sostenible (OPDS) para informar acerca de la construcción de la subestación eléctrica Quilmes, parte fundamental de la obra de electrificación del Ferrocarril Roca.
Mostrando –en más de una oportunidad- una actitud absolutamente insensible, los (i)responsables de la OPDS que presidieron la audiencia, el director de Evaluación de Impacto Ambiental, Federico Bordelois y el director de Asuntos Jurídicos, Martín Bordagaray, demostraron que para ellos se trataba solo de un acto formal, para seguir en el camino de una decisión que ya tienen tomada, al margen de la opinión de los vecinos que manifestaron en sus intervenciones que se oponen a la instalación de la subestación en el lugar elegido (ex playa de cargas del ferrocarril), porque por encima de todo priorizan la salud.
Gerardo Otero, Coordinador General de la Unidad Ejecutora Roca, fue quien habló de los 500 millones de dólares que saldrá la obra de electrificación del ramal Avellaneda-La Plata, parte de los 1.500 millones de dólares que el BID le presta al país para obras en los distintos ramales ferroviarios. Otero contó en que van a gastar los verdes, aunque más allá de la demagogia de rigor, demostró que poco y nada les interesa el bienestar de la gente.
Los funcionarios siguieron con sus discursos, intentando – sin lograrlo- explicar porque Quilmes es el lugar ideal de implantación de la obra y centraron toda su atención en demostrar que para la realización de la misma se tomarán todas las medidas para evitar cualquier tipo de accidente y que se esforzarán en provocar la menor cantidad de molestias a los vecinos, más haya de las inevitables para una obra de esta magnitud.
En esta oportunidad fue el Ing. Carlos Wall, quien “en nombre de la Facultad de Ingeniería de la Universidad Nacional de La Plata” se abocó a convencer a los presentes, que los estudios realizados fueron los necesarios y con resultados positivos. Dudosamente ese estudio esté avalado por la Facultad, al menos no se demostró que ello fuera así.
Después de una serie de consideraciones técnicas acerca de los campos eléctricos y los campos magnéticos, el Ing. Wall terminó diciendo que el electromagnetismo es difícil de apantallar (aunque no afirmó que no se pudiera) y aceptó que la distancia disminuye la intensidad de los mismos, – es decir a mayor distancia menor electromagnetismo-. A pesar de ello no explicó porque se construye, en el predio elegido, una subestación en el punto más cercano a la vivienda de la gente. Significativamente Wall reconoció que la subestación puede emitir al exterior de la misma hasta 10 microteslas (uT), a lo que se debería sumar el retorno que producen los rieles, agregó. O sea, admiten que emitirá 4000 veces más que lo que la propia Organización Mundial de la Salud dice que «puede producir cáncer, en especial leucemia en niños».Claro, se amparan en una Norma Técnica (no sanitaria) que ya tiene 16 años, años justamente donde la ciencia nacional e internacional han demostrado los devastadores efectos de la contaminación electromagnética en la salud humana. El estado argentino se resiste a actualizar sus normas y a generar normas sanitarias (inexistentes en nuestro país) que piensen en la salud y no en las formas de las columnas o la posición de los transformadores. Y frente al cáncer levantan como logros pilas de dólares como si con eso las víctimas y sus familias estarían a salvo de la muerte. (la norma caduca a la que nos referimos es la resolución 77 del año 1998 emitida por la ex Secretaría de Energía que fija los valores de emisión permitidos en 25 uT)
A su turno la licenciada Córdoba, de la consultora Estudios y Servicios Ambiental SRL, empresa que realizó el estudio de impacto, se dedicó a hablar de todo menos a explicar el trabajo presentado. No es un detalle menor que Estudios y Servicios Ambientales SRL tiene como clientes a empresas como Apache petrolera, Barrick Gold, Edesur, Minera Alumbrera y es asesora del BID (el Banco que pone los dólares).
Es decir que la OPDS utilizó una hora de la audiencia para no explicar nada, no aceptar preguntas y demostrar que ellos son “casi Dios” y dueños de la verdad revelada. Los profesionales que llevaron para ayudarlos, por inconsistentes, fracasaron en su intento, incluso al Dr. Ernesto De Titto, de la Subsecretaría de Relaciones Sanitarias e Investigación del Ministerio de Salud.
Pero por el otro lado, y quizás como una sorpresa para los burócratas de la OPDS, se escucharon 33 voces que con argumentos sencillos, pero irrebatibles, se opusieron a la construcción de la subestación, pero no a la electrificación del Ferrocarril, solo que reclamaron que no se hiciera a costa de la salud de la gente. No es un dato menor decir que hubo 34 intervenciones, es decir que el 97% de los oradores dijeron NO.
Aunque presente en el salón del Club Alsina el Intendente Gutiérrez, al igual que la decena de funcionarios que lo acompañaban, no fueron capaces de defender un proyecto que ellos apoyan y avalan. Habrá sido por cobardía, estrategia electoral o falta de argumentos, por vergüenza seguro que no, porque la vergüenza es algo que ya perdieron en alguna mesa de negociación.
Los vecinos de Sobral (donde funciona una subestación similar a la que quieren construir) contaron con lujos de detalles sus padecimientos y cruel experiencia. Realidad que nos habla de más de 170 muertos y 200 enfermos –muchos de ellos terminales- a consecuencia de la radiación electromagnética.
Una vecina que vive hace más de 30 años en el predio de la playa de cargas, contó como la quieren echar del lugar donde nacieron sus hijos. Una propiedad que les otorgó el ferrocarril. “Me quieren alejar de mis afectos y no lo lograran, aseguró casi al borde de las lagrimas”. Los burócratas sean de donde sean desconocen los derechos adquiridos.
Minutos antes una vecina de Sobral enmudeció al auditorio cuando contó como perdió a 8 de sus familiares a causa del electromagnetismo y el esfuerzo que significa vivir en esa realidad. Fue ella quién terminó su intervención pidiendo un minuto de silencio en memoria de los muertos a consecuencias del electromagnetismo, pedido que desoyó la mesa que conducía la Audiencia que impunemente y faltando todo respeto dio la palabra al siguiente orador, quién para sorpresa de los funcionarios comenzó su intervención dando lugar a ese minuto de silencio. 60 segundos enmudeció el salón. Durante 60 segundo los vecinos recordamos con respeto a las víctimas de la desidia estatal, durante 60 segundos pensamos que por ellos y por nosotros debemos evitar que vuelva a ocurrir. Durante 60 segundos los burócratas del Estado tuvieron que observar como la gente defiende a los suyos y lo suyo. La gente hizo escuchar su silencio.
Así uno a uno, de quienes se animaron a anotarse para hablar, fueron explicando sus motivos, sus miedos y sus certezas.
Entre esas voces estuvo la del Foro, quien utilizando todo el tiempo que fue necesario y negándonos a que nos coarten el derecho a la palabra expusimos nuestra opinión contraria a la construcción de la subestación. En síntesis nuestro planteo fue:
- Nos oponemos a la construcción la subestaciones eléctricas en lugares poblados.
- No queda probado que el lugar elegido sea apropiado, ni el mejor lugar, ni el único posible, a lo largo de toda la traza Avellaneda-La Plata del mencionado ferrocarril.
- Los informes escritos y orales, a los que hemos tenido acceso, no abordan cuestiones ambientales y de salud. Solo técnicos sobre la construcción del edificio.
- La emisión electromagnética que se recibirá en el primer lugar sensible va a superar las 0,3 microteslas. Se asumió que puede llegar a 10 uT. Se sabe que, por encima de 0,3 uT los riesgos de contraer diversos tipos de enfermedades está suficientemente probado por decenas de estudios internacionales y nacionales y la triste realidad que se vive en Ezpeleta, en los alrededores de la subestación Sobral y los 170 muertos que aún esperan Justicia.
Afirmamos nuestra apreciación basándonos en estudios del Instituto Karolinska de Suecia, la resolución de Viena (1998), declaración de Salzburgo (2000); declaración de Alcalá (2002), resolución de Catania (2202); llamamiento de Helsinski (2005), resolución de Benevento (2006 y 2008), Convención Internacional de Würzburg, Alemania (2010); Resolución de Copenhague (2010); Declaración de Seletun, Noruega (2011), entre otros. Estudios estos que son POSTERIORES A LA NORMA TECNICA BUROCRÀTICA, 77/1998.
Remarcamos que cuando hablan que para la construcción de la subestación se respetan las normas nacionales se refieren a esta caduca norma (77/98), dictada por el ENRE, un ente de Control que dependía del Ministerio de Economía, en medio del festival menemista de las PRIVATIZACIONES.
- La Organización Mundial de la Salud (OMS) a través de la Agencia Internacional para la Investigación del Cáncer (IARC), ha clasificado -en el año 2005- a los campos electromagnéticos como “posibles cancerígenos en humanos (grupo 2b)”, especialmente leucemia infantil.
- No consta que se haya hecho en el lugar ningún tipo de estudio epidemiológico para conocer el estado de salud de la población cercana al proyecto y la real incidencia que llegaría a tener -y los efectos que podría provocar- la incorporación de otro generador de patologías adversas para la salud humana.
- No queda demostrado que tipo de trabajos se realizarían en la Subestación Eléctrica para asegurar un apantallamiento que evite más de 1 microtesla en el limite exterior de la SE, para que a través de la distancia adecuada (no menos de 200 m del primer lugar sensible) no se superen las 0,3 Ut, como manifiesta por ejemplo la llamada norma Suiza, ya aplicada en ese país con éxito.
Trabajos de apantallamiento que Nelson Lamas del Dpto. de Proyectos AR de la empresa Edesur a reconocido que son posibles en un trabajo denominado “Control de campos magnéticos en subestaciones”.
- Está demostrado, que si llegaran a probar que el lugar elegido es el único posible, no se respeta la correcta relación de distancia entre la Subestación Eléctrica y el primer lugar sensible, por el contrario el Municipio proyecta abrir una calle para construir (frente a la subestación eléctrica) un barrio de nuevas viviendas. (Pág. 129 y 130 del escrito presentado por Ambiental SRL para la construcción de esta Subestación).
- No está demostrado que no afectará a la salud humana la obra de tendido de cables desde el lugar de alimentación de alta tensión hasta la SE. Atentos que también las dos ternas de 132.000 voltios afectarán a la salud si en el primer lugar sensible la emisión supera los 0,3 uT
- Nuevamente no se tiene en cuenta el principio de precaución que marca la Ley del Ambiente. Ni el concepto de prevención que proclama la medicina moderna.
- La audiencia está viciada al menos por dos elementos fundamentales:
a) No se informó correctamente de su realización. Particularmente a los vecinos directamente afectados. No hubo una convocatoria fehaciente tal cual marca la ley.
b) No se pudo tener acceso por Internet a los anexos del proyecto presentado, violando la ley de acceso a la información pública.
De todo lo dicho se desprende que se ha violado o se intenta violar, la Constitución Nacional, la Constitución provincial y las leyes 25.831 de Información Pública, 14.449 de acceso justo al hábitat; 25.675 Ley General del ambiente; 11.725 ley provincial del Medio Ambiente; Ley 13.298 de promoción y protección integral de los derechos de los niños, niñas y adolescentes.
Que tanto el ENRE y la OPDS se nieguen sistemáticamente a discutir la norma 77/1998, con científicos, profesionales, técnicos, movimientos sociales y ambientales y vecinos organizados -que llevan consigo los conocimientos de la vida-, solo se explica por la connivencia del Estado con las empresas de electricidad y los negocios que hay de por medio.
Para los vecinos, el viernes 6 de junio comenzó la resistencia, y ya el lunes un centenar de ellos, en una ejemplar Asamblea realizada en una Sociedad de Fomento del barrio, se dieron un amplio plan de acción y difusión.
Nosotros llamamos a todo el movimiento social de la región a respaldarlos, acompañando y ayudando, pues EL FUTURO ES HOY.