Reflexionando sobre la Ley de Reordenamiento de Bosques Nativos bonaerense, una burla a los habitantes de la provincia
Pensando algunas ideas de cual puede ser la estrategia para enfrentar la entrada en vigencia de la Ley de Reordenamiento de Bosques Nativos Bonaerense, que nos quita el 50% de nuestros espacios verdes, el 30% de los bosques ribereños y una inconmensurable cantidad de Ha. de humedales, se nos vino a la cabeza una imagen: “cómo pueden las maestras y maestros enseñarle a sus alumnos en que consiste la democracia representativa, que según la Constitución Nacional es nuestro sistema político, cuando sus elegidos no respetan la voluntad popular.
Como se puede explicar que un puñado de individuos, que fueron elegidos para proteger los intereses del pueblo, pueda aprobar una ley que traerá más zozobra y angustia cuando nuevas y copiosas lluvias generen las próximas inundaciones, debido a que esta ley alienta la construcción de barrios privados sobre humedales y valles de inundación, . y como consecuencia inmediata los barrios de los trabajadores y grupos más desprotegidos de la sociedad volverán a correr la desgracia de las inundaciones.
Les podemos decir señores docentes que no se preocupen por enseñar lo imposible, la democracia representativa no existe porque en esta ocasión los legisladores de la provincia de Buenos Aires han demostrado que no todos valemos igual. Sin duda Techint, Caputo, el Grupo Monarca, y algunos otros, son prioridad y los tienen a ellos para que defiendan sus intereses y satisfagan sus apetencias de hacer más dinero cada día.
Eso si, podrán enseñarles a los chicos que no es culpa de la política, sino de un sistema político que tienen en la mayoría de los que calientan los mullidos sillones de las Cámaras a buenos defensores de los que más tienen. No se vive en una democracia solo porque se vota cada dos años.
Los diputados y senadores de la provincia de Buenos Aires que votaron la Ley de Bosques provincial no traicionaron a nadie, pues llegaron allí para eso. Para defender intereses y no derechos, que no es lo mismo.
Los derechos son vivir en un ambiente sano, en armonía con la naturaleza, y que el Estado asegure la salud, la educación, el trabajo, la tranquilidad de su pueblo. Ese Estado tiene tres patas, el que imparte Justicia verdadera, el que dicta leyes que aseguren los derechos de la mayoría y el que ejecute esos derechos. Así de sencillo.
Pero los diputados bonaerenses no aprendieron nada de esto y a pesar que la gente se pronunció en contra de la ley y les acercó suficiente información científica para que salgan del desconocimiento en el que viven, al menos en materia ambiental, hicieron primar el interés de los poderosos.
Las normas que componen la Ley de Bosques bonaerense se convertirá en Ley cuando la Gobernadora promulgue lo que el jueves de madrugada votaron los integrantes de la Cámara baja, salvo honrosas y escasas excepciones.
Recordaremos a quienes votaron esta Ley, como recordamos a los que votaron tantas otras que complicaron y complican la vida y la salud de la gente. Obviamente no solo nos referimos a los diputados que votaron el jueves 22 de diciembre y a los senadores que lo hicieron en agosto del año pasado. En este caso todos son parte de lo mismo sin distinción de colores políticos, no importa donde los coloca circunstancialmente la rosca política o los resultados electorales.
El movimiento social en nuestro país tiene una vasta y dilatada experiencia y sabrá encontrar los caminos para dar por tierra con una ley inconstitucional y buscaremos que los que aprobaron este proyecto sean penalmente responsables por la catástrofe ambiental y social que la misma va a causar.