La OPDS habilitó la subestación eléctrica Quilmes a pesar de la opinión contraria de los vecinos, las falencias del Estudio de Impacto Ambiental y la falta de información
La Coordinación Ejecutiva de Fiscalización Ambiental de la Oficina para el Desarrollo Sostenible (OPDS) procedió a declarar ambientalmente apto el proyecto denominado Subestación Transformadora Quilmes, para la Mejora Integral del FF.CC. Gral. Roca, ramal Constitución – La Plata, lo que en criollo significa que habilitó la construcción de la subestación eléctrica y abrió el camino para terminar con el llamado a la la licitación de la obra.
Aún queda pendiente que la OPDS informe a la sociedad todos los puntos que fueron observados en la audiencia pública -realizada el 6 de junio- en la que se presentó el Estudio de Impacto Ambiental (EIA), realizado por la empresa Estudios y Servicios Ambientales SRL y que fue rechazado por 33 de los 34 oradores que hubo en dicho evento.
En la cédula de notificación solo se hace referencia a la necesidad técnica de ubicar la futura subestación en un punto aproximadamente equidistante entre las estaciones cabeceras del ramal, de manera de asegura la tensión y potencia necesaria para el funcionamiento del sistema. No responde a la propuesta de instalar dos subestaciones en dos puntos despoblados de la traza.
La preocupación principal de los vecinos del barrio se podría sintetizar en dos puntos centrales:
1) La contaminación electromagnética, debido a que las autoridades asumen que las emisiones de la subestación estarán en torno a las 10 microteslas (lo reconocieron en la Audiencia) y decenas de estudios internacionales y nacionales, y la propia experiencia del barrio Sobral de Ezpeleta, demuestran que por encima de las 0,3 microteslas (uT) hay serios riesgos para la salud humana.
Ante esta situación el Ministerio del Interior y Transporte, dirigido por Florencio Randazzo (funcionario con aspiraciones presidenciales) responde que “encomendó al Instituto de Ingeniería de la Universidad Nacional de La Plata, la realización de un modelo de simulación de los campos electromagnéticos que se generarían en el área de influencia del proyecto con la subestación transformadora en funcionamiento y que dicho estudio concluye que, fuera del área de operación de la subestación, es decir, en el área de acceso público inmediato a la línea municipal, los valores de campo magnético resultan inferiores a los máximos permitidos por la Resolución SE 77/98 que regula la materia”. Es decir se vuelve apelar a la caduca, vetusta y ya asesina resolución del ENRE del año 1998 que permite hasta 25 uT. Cabe agregar que el Ministerio de Randazzo no dice cuales son los valores que arrojó tal simulación y que en el barrio Sobral de Ezpeleta (que lleva la triste suma de 170 muertes) se registraron valores entre 3 y 5 uT. También, vale la pena reiterar que el ENRE es un ente de control administrativo sin manejo de variantes ambientales y sanitarias.
En esta comunicación del Ministerio del Interior se hace referencia a que la intensidad de los campos electromagnéticos disminuye “rápidamente” conforme aumenta la distancia a la fuente generadora. El ministerio y la OPDS desconocen el estudio realizado por un equipo multidisciplinario convocado por la Facultad de Ciencias Exactas de la UNLP que demostró que “la prevalencia de las manifestaciones detectadas en las distancias de 50 y 100 metros son similares”.
No está demás recordar a los lectores que la Organización Mundial de la Salud (OMS) incorporó a los CEM de baja frecuencia en la categoría 2b, es decir posiblemente cancerigenas.
Por otro lado, todas instancias gubernamentales desconocen el informe presentado por un equipo multidisciplinario formado por la Facultad de Ciencias Exactas y encabezado por el Dr. Edgardo Schinder Master in Public Healtf, de la Universidad de Jerusalén, especialista en enfermedades Infecciosas y Epidemiólogo de la UBA y la Dra. en Ciencias Químicas Leda Gianuzzi, profesora de Toxicología de la Facultad de Ciencias Exactas de la Universidad Nacional de la Plata, quienes junto a otros profesionales han realizado un Estudio epidemiológico multipropósito analítico transversal en Ezpeleta y Berazategui y que entre los resultados principales arrojados se sostiene que en el barrio de Sobral existen 7,30 veces más riesgo de morir, que existe 7 veces más riesgo de contraer cáncer y 3 veces más posibilidades de contraer enfermedades neurológicas y neurosíquicas que en el barrio control.
2) El futuro de las personas (17 familias) que residen en el predio seleccionado para la instalación de la subestación a quienes se las pretende desalojar del lugar, a pesar que viven allí porque las casas se las entregó el ferrocarril. La cédula de notificación falta a la verdad cuando dice que el Ministerio del Interior y Transporte ha realizado junto a la Municipalidad de Quilmes un relevamiento de las viviendas y que actualmente se encuentran trabajando para la reubicación permanente de las familias afectadas. Falso de toda falsedad, ya que no se ha realizado relevamiento alguno y las familias no han recibido ninguna propuesta seria y fehaciente por parte de ninguna autoridad competente.
Una vez más por urgencias políticas-electorales, negocios económicos y con un absoluto desprecio por la salud de la población las autoridades nacionales, provinciales y municipales se disponen a convalidar, en aras de un falso concepto de progreso, una obra que genera desolación, angustia y enfermedades en cientos de vecinos del partido de Quilmes que viven en las cercanías de la vieja playa de maniobras de cargas del ferrocarril Roca (Triunvirato, Vicente López y Amoedo).
Quizás algún día estos funcionarios tendrán que rendir cuenta ante una justicia Justa por la violación sistemática a una decena de leyes que hoy rigen en nuestro país