LA BATALLA POR UNA LEY DE HUMEDALES QUE CUMPLA CON SUS OBJETIVOS CONTINÚA
Hace ya más de 10 años que las organizaciones ambientales, los pueblos originarios, los pequeños campesinos, cientos de científicos y decenas de pueblos del interior del país, venimos batallando para lograr una Ley de Presupuestos Mínimos para la Protección Ambiental de los Humedales.
Sin dudas es una lucha larga y difícil pero paso a paso se fue ganando un espacio social y hoy son cientos de miles quienes saben que es un humedal y el rol que juegan en la protección de la biodiversidad, en la lucha contra la crisis climática y en la pelea por la vida.
Hoy se conoce con más claridad quienes son los que se oponen a que el país tenga una ley de humedales. Se conoce mejor al enemigo: los lobbys agro-ganaderos, mineros, forestales e inmobiliarios.
Ninguno de estos acepta límite alguno a su actividad extractiva, ignorando tanto el agravamiento de la crisis climática como el reclamo de las poblaciones por proteger los humedales y la salud de las poblaciones.
Se ha recorrido un penoso camino en el Congreso de la Nación, sin aún haber logrado la Ley. Desde el proyecto del senador Rubén Giustiniani (2013), que logró media sanción en la Cámara de Senadores pero luego perdió estado parlamentario en la Cámara de Diputados, hasta nuestros días donde el proyecto del diputado Leonardo Grosso (presidente de la Comisión de Recursos Naturales) impulsó y presentó el llamado “proyecto consensuado”, que recoge los lineamientos de las discusiones y dictámenes de los anteriores debates legislativos y tiene el respaldo de científicos y expertos y unas 400 organizaciones, entre asambleas, multisectoriales y colectivos defensores del territorio.
La derecha extractivista se opuso siempre a una ley de Protección hasta que los incendios de los últimos años los obligó a cambiar de estrategia para lograr su objetivo: a través de un proyecto regresivo llegar a lo mismo, NADA DE LEY, ningún tipo de Ley. Ahora van por otro camino, para no quedar aislado de una parte de la sociedad e incluso de un sector de su propia fuerza.
Aprovechando las vacilaciones del oficialismo, al alineamiento con los anti ley de algunos diputados del Frente de Todos y la presión de algunos gobernadores sobre el Ejecutivo, el Frente por el Cambio pudo juntar sus anteproyectos y así sacar un despacho de mayoría, mientras que el consensuado llegaría al recinto como proyecto por la minoría.
Pero en realidad ¿los lobby mencionados quieren discutir una ley de Humedales? Nosotros consideramos que el plan de este sector no cambió y es seguir sin ningún tipo de LEY incluso con la que ellos han escrito. NADA DE LEY ES LA CONSIGNA PARA ELLOS.
Pero nosotros no tenemos que caer en la trampa de que es preferible una ley mala a que no haya Ley. El proyecto que ahora es de la mayoría le deja el camino abierto al negocio, no protegen los humedales.
Los movimientos no tenemos que centrar en la lucha palaciega, que recorre caminos que nos superan y que responden al proyecto de quienes no le interesa la defensa de los espacios comunes naturales, y por el contrario centrar en la difusión y movilización social para quebrarlos. Debemos defender el proyecto consensuado (sin las modificaciones inconsultas de último momento). El movimiento social no puede vacilar.
Ganar voluntades y volver una y mil veces a insistir por un proyecto de Ley de Presupuestos Mínimos para la Protección Ambiental de los Humedales, sin vacilaciones, sin entregas, sin posibilismos, sin ceder a la presión del lobby extractivistas.
LEY DE HUMEDALES CONSENSUADA Y SIN MODIFICACIONES YA !!!!!
EL FUTURO ES HOY