Electromagnetismo: Los éxitos, aunque parciales, ayudan a la lucha de fondo

Vista del predio

Aunque demos pasos importantes en la lucha contra los efectos perniciosos del electromagnetismo en la salud humana, aún nos falta recorrer un trecho para ganarle la batalla definitiva a los intereses de las multinacionales, de los gobiernos cómplices y de quienes en aras de desarrollar la fórmula de dinero más dinero, enferman y matan a parte de la población de nuestro país, particularmente en las grandes ciudades. 

Un ejemplo claro de las conquistas parciales, es la lucha de los vecinos de Quilmes quienes hace cuatro meses batallan contra la instalación de una subestación eléctrica, para la electrificación del Ferrocarril Roca, que se pretende construir en medio de la ciudad, en el predio ferroviario ubicado entre las calles Triunvirato, Amoedo, Vicente López y las vías. 

Varios son los hechos que se desprenden de esta experiencia, por un lado el reconocimiento tácito (aunque lo nieguen) de las autoridades y los empresarios, de que el electromagnetismo es perjudicial para la salud, porque sino la empresa no habría aceptado la reubicación de la subestación dentro del predio, -alejándola a 200 m o más de las viviendas-, y la aceptación de otros cuatro puntos reclamados por los vecinos. De la misma manera, que hay una reconocimiento de las conclusiones del Informe Epidemiológico realizado por la Facultad de Ciencias Exactas de la UNLP -en base al caso Sobral (Ezpeleta)- sobre el impacto de campos electromagnéticos de frecuencia extremadamente baja, al que pseudos profesionales convocados por entidades de gobierno  intentaron, sin éxito, desacreditar en más de una reunión, incluso con la presencia del Ministro Randazzo. 

Junto a los 200 metros de distancia entre la subestación y las casas de los vecinos, debieron aceptar la reubicación de las 21 familias que viven dentro del predio de la vieja playa de maniobras de ferrocarril, comprándoles viviendas dignas que deberán ser aceptadas previamente y en forma individual por cada una de estas familias. 

Un tercer punto es el compromiso de realizar, antes de la instalación de la subestación y su puesta en marcha, una medición para confirmar que la distancia lograda asegure que las viviendas cercanas -en todo el perímetro- no recibirán más descarga electromagnética de las que soportan actualmente. 

En cuarto lugar, se reafirmó que la Unidad Ejecutora Roca deberá realizar un estudio epidemiológico para conocer el estado sanitario de la población de la zona ya que se intenta evitar la saturación de la misma con una nueva carga de efectos nocivos para la salud. Aunque las autoridades se negaron al estudio epidemiológico antes de empezar la obra, como reclamaban los vecinos, deberán hacerlo antes de poner en marcha la subestación porque está dentro de lo que estipula el estudio de Impacto Ambiental. 

El quinto logro es conformar una comisión entre las partes involucradas, que incluye a los vecinos, para  monitorear las obras a realizarse, como así también el control periódico de las emanaciones electromagnéticas para asegurar que se cumplan los acuerdos alcanzados. 

Desde nuestra visión, lo obtenido no fue la totalidad de los reclamos, lo que hace que el FORO como tal no forme parte del acuerdo suscripto con el intendente de Quilmes para la instalación de esta SEE.
En nuestra pelea global contra los efectos del electromagnetismo quedaron pendientes dos cuestiones fundamentales: saber como será el tendido de los cables de alimentación y el monitoreo del peligrosísimo foco de emanación electromagnética que se producirá en la  bajada de los cables de alimentación del cableado de alta tensión ubicado en Centenario y La Guarda, y el segundo termino cómo las autoridades resolverán que las viviendas, a todo lo largo de la avenida Centenario (desde La Guarda hasta Triunvirato), no reciban más de 0,3 microteslas de emanación electromagnética. Sobre estos dos aspectos los  responsables de la obra hacen un peligroso silencio y es por lo tanto un motivo para sostener el reclamo desde el Foro, y trabajar en la concientización y organización de los vecinos afectados. 

A pesar de ello, una primera conclusión de esta experiencia de lucha, es que nunca se había llegado a tanto, desde que en el barrio Los Naranjos de Jujuy se impidió la instalación de una subestación eléctrica debido a que la Universidad, por presión popular, se negó a cederle a la empresa los terrenos para su construcción. Ésta es una realidad que no podemos negar, aunque simultáneamente debemos insistir con que nadie regaló nada y que una vez más lo alcanzado fue debido a la organización y lucha de los vecinos, quienes desde que conocieron la noticia no pararon su accionar para impedir que sea afectada la salud de los habitantes del barrio. 

Desde el Foro en Defensa del Río de la Plata, la Salud y el Medio Ambiente, que hemos peleado contra esta subestación desde que se dio a conocer y acompañamos a los vecinos desde sus primeros pasos de organización y acciones concretas, seguimos insistiendo en que las subestaciones eléctricas no deben instalarse en los cascos urbanos, por dos elementos que se interrelacionan el uno con el otro: la contaminación electromagnética y el fenómeno de saturación de contaminantes que se acumulan en las grandes urbes.  

La construcción de la subestación, necesaria para la electrificación del Roca, tiene otras alternativas técnicas. Hay muchos lugares entre Avellaneda y La Plata donde se la podría ubicar y que no son zonas habitadas, tales como algunos lugares de Hudson o Pereyra –particularmente las tierras que en su momento fueron totalmente degradas por las instalaciones militares de la marina-. 

Los inconvenientes técnicos, posibles de resolver, son problemas que deben encarar las autoridades porque la prioridad debe ser cuidar la salud de la población. El progreso debe estar directamente relacionado con el principio del buen vivir, es decir vivir en armonía con la naturaleza, de lo contrario no es progreso. Si el costo es la salud de la población es retroceso, no progreso. 

La batalla por conseguir una ley de protección a la salud continúa

Tal cual hemos sostenido en la confección del Proyecto de ley de presupuestos mínimos de protección de los campos electromagnéticos de frecuencia extremadamente baja para el sistema de baja, media y alta tensión, que se encuentra esperando su tratamiento en las comisiones de Energía y Combustibles, Acción Social y Salud Pública y Recursos Naturales de la Cámara de Diputados de la Nación y sus comisiones similares en el Senado de la Legislatura Bonaerense, deberán establecerse, por fuera de las zonas pobladas, todo tipo de subestaciones eléctricas. 

Solo después de agotadas todas las alternativas, se podrán ubicar en zonas pobladas cumpliendo las siguientes condiciones: 

–   No deberán instalarse en zonas lindantes a lugares de uso sensibles (viviendas, centros de la tercera edad, escuelas, centros recreativos, etc.).

–    Deberán mantener una franja de protección mínima de 200 metros de distancia entre el límite exterior de la planta y el frente de la primera vivienda colindante o lugar de uso sensible.

–    Deberán extremar las normas de seguridad correspondientes para resguardar a la población de cualquier accidente.

–    En el borde de la línea municipal y todos los ejes divisorios de las primeras viviendas colindantes o lugares sensible el valor límite deberá mantenerse por debajo de los 0,3 microteslas.

–     La traza del tendido de cables de media y alta tensión que atraviesa los ejidos urbanos y suburbanos deberá ser subterránea, garantizando que el valor límite en el borde de la línea municipal y todos los ejes divisorios sea de 0,3 microteslas. 

Los quilmeños de los alrededores del terreno de la ex playa de maniobras del ferrocarril han obtenido un éxito parcial importante alejando la subestación a 200 metros de distancia de sus viviendas y que se les asegure que no recibirán niveles de radiación mayores que los actuales lo cual les hizo decidir en asamblea vecinal aceptar la obra con estas condiciones. Ahora habrá que obligar a las autoridades a cumplir con el compromiso asumido, y aquí el control popular es el elemento principal. La pelea no termina porque lamentablemente no se puede confiar en las empresas, autoridades y entes de control que son los responsables de cuidar la salud y el bienestar de la gente y que en general no lo hacen. 

Desde el Foro seguiremos junto con los vecinos para acompañar esta y otras luchas de la comunidad, como hasta ahora, en todo lo que esté a nuestro alcance, siempre basados en los conceptos básicos que orientan toda nuestra lucha que es la defensa de la salud y el ambiente. 

 

Foro Regional en Defensa del Río de la Plata, la Salud y el Medio Ambiente

6 de octubre de 2014

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