Del Río de la Plata y la salud del pueblo ¿quién se acuerda?
En estos días, varios medios periodísticos dieron a conocer la información del comienzo de la denominada obra “Sistema Riachuelo”, la más importante red cloacal de los últimos 75 años, dijeron.
La información brindada es confusa e incompleta en cuanto al perfil total de la obra. El gobierno afirma que “el Sistema Riachuelo ha sido concebido como una solución integral para dar respuestas a las limitaciones en la capacidad y calidad de prestación del servicio de desagües cloacales en gran parte del área de concesión de AySA”. Pero no habla respecto al nivel de contaminación del Río de la Plata
La obra, que está prevista se realice en un plazo de cinco años con un costo inicial de 1200 millones de dólares, consiste en la construcción del Colector margen izquierdo que nace en el límite entre CABA y La Matanza y recorre toda la ciudad hasta la costanera, donde cruzará a Dock Sud, por debajo del Riachuelo, y allí se construirá una Planta de pretratamiento y un emisario a través del cual los líquidos cloacales se enviarán hasta el interior del Río de la Plata.
Según las declaraciones se pretende incorporar a 1.5 millones de familias a la red cloacal y además aportar al saneamiento del Riachuelo. Obviamente, hay una buena noticia y es que 5.0 millones de personas (aproximadamente) pasarían a tener cloacas.
Ahora bien, el primer interrogante- no explicitado- es porque la planta de pretratamiento se tiene que hacer en Dock Sud (pegado al Polo Petroquímico) lo que significa hacer un oneroso túnel por debajo del Riachuelo ya que el Colector viene por el otro lado. ¿Negocios futuros o necesidades técnicas?
Los comentarios periodísticos recogen declaraciones oficiales sobre que el sistema de cloacas máximas que culminan en Berazategui está colapsado, realidad que sistemáticamente las autoridades se han negado a reconocer. Este desdoblamiento ya había sido incorporado al Estudio de Impacto Ambiental del llamado “Sistema de Tratamiento por Dilución Berazategui” que contempla “la descentralización del sistema cloacal principal Berazategui en dos subsistemas (Capital y Berazategui) con el objetivo de desdoblar los puntos de vuelco en el Río de la Plata”.
Sintetizando la información, se construirá una túnel de 12 km de extensión, que pasará a Avellaneda, que “impactaría favorablemente en la contaminación del Riachuelo”, que posibilitará posteriormente obras de cloacas que beneficiarían a 1.2 millones de hogares y que de esta manera se descentralizaría el desagüe cloacal de Berazategui.
Ahora bien, solo se habla del Río de la Plata para decir que ahora los desechos cloacales se volcarán en dos lugares distintos. Que ya no habrá una sino dos plantas de pretratamiento. Ahora bien, fruto de futuras obras, los desechos que recibirá el río serán, al menos, el doble. Aquí es oportuno recordar que estamos hablando de uno de los 10 ríos más contaminados del mundo, del cual se extrae el agua que toman más de 5 millones de personas que viven en Capital y Gran Buenos Aires.
Los funcionarios ya dicen sin tapujos que se tratará de una planta de pretratamiento, es decir que no es de tratamiento integral de los desechos. Esto significa que no hay ningún proceso físico y químico, que los contaminantes seguirán terminando en el río como hasta ahora, confiando en la capacidad depuradora del mismo río y aplicando un sistema de difusores que más de un estudio publicado aseguran que este sistema solo funciona en mares o ríos de mucha profundidad.
Una planta de pretratamiento solo desengrasa, desarena y separar sólidos, es decir los primeros pasos de un tratamiento real, pero no procesa contaminantes peligrosos.
Bienvenidas las cloacas porque le alejan un foco de contaminación a miles de personas. ¿Pero porque la planta a construirse no es de tratamiento integral?
Los efluentes cloacales aportan compuestos nitrogenados, como nitratos, nitritos y amonios, que son empleados por los organismos fotosintéticos como nutrientes. Si se registran en gran cantidad, como sucede en las costas de Berazategui por donde llegan a al Río de la Plata más de 2 millones de m3 diarios de estos desechos, provocan el aumento desmedido de organismos que impiden el paso de la luz y comienza un proceso de eutrofización, o sea de muerte de la biota, además de aportar organismos patógenos, como bacterias y virus. Así el Río de la Plata se convirtió en lo que es: bebedero y cloaca al mismo tiempo.
Cuidar el agua potable para el consumo humano es una premisa mundial. En que se está pensando cuando se proyecta una obra de este tipo que no contempla esa premisa.
La UNESCO en el año 2007 –en vísperas del Día Mundial del Agua- advirtió que en pocos años la escasez de agua, a nivel mundial, podría triplicarse como consecuencia del calentamiento del planeta y hacía aún más temible su afirmación al señalar que en esos años ya le falta agua a más de mil millones de personas.
No es hora de que alguien piense en el Río de la Plata como fuente de aprovisionamiento de agua para el consumo humano y se genere un plan para detener su contaminación producida por múltiples factores, entre ellos los desechos cloacales, los vuelcos industriales en los arroyos, los agroquímicos, la existencia del Polo Petroquímico, etc.